5.26.2010

familias colombianas


La palabra familia, de origen romano, estaba íntimamente relacionada con la palabra domus (casa) y designaba los hijos, el patrimonio, los aprendices y esclavos que habitaban en la casa. La esposa era considerada parte del patrimonio en cuanto no formaba parte de la heredad como sí lo constituían los hijos.La familia ha sido estudiada por los antropólogos desde dos perspectivas, históricas o verticales y etnológicos u horizontales. Desde la perspectiva histórica, la familia cumple una función biológica natural de reproducción, crianza y cuidado. La unión conyugal está mediada por relaciones de afecto, interés e instinto. La principal relación es la de padre-hijo.La familia desde la perspectiva etnológica tiene como función la satisfacción de las necesidades básicas del grupo, la vida sexual y requiere una fragmentación familiar para establecer relaciones de alianza y seguridad mediadas por acuerdos y prohibiciones con otra familia que les garantice la permanencia a ambas. Desde allí se desarrollan los elementos sociales de la familia y la principal relación que se da es la parentela.En ambos casos la vida conyugal de la pareja es el eje familiar, lo que confiere a la familia una naturaleza dual que a su vez le permite desarrollar la identidad y la alteridad que diferenciarán el ámbito familiar privado del social público. Quien nace en una familia tiene por tanto un nombre y una lengua que lo identifica y le permite relacionarse, constituyendo el grupo doméstico la realización concreta de la familia en función de factores externos.Se considera el ámbito doméstico como el sistema de relaciones sociales por medio del cual el núcleo reproductivo se integra con el ambiente y se estructura socialmente dentro de unas normas mediadas por sentimientos, acuerdos y contratos (matrimonio). La estructura y funcionamiento familiar en Colombia se ha modificado principalmente durante los últimos 40 años. La familia tradicional de entonces era aquella en la cual dos adultos se casaban por el resto de sus vidas y de la cual provenían los hijos. El padre trabajaba fuera del hogar en procura del sustento y la madre trabajaba en el hogar donde realizaba las labores de cuidado, educación, recreación y socialización de los niños.
Desde entonces, la familia ha sufrido cambios en su composición, funciones y estructura: se han incrementado las familias monoparentales, se ha modificado la participación de la familia extensa en el cuidado de los niños, se generalizó el uso de los jardines infantiles como sustituto y aumentó el número de madres con responsabilidades laborales fuera del hogar, sometiendo a los niños a diferentes formas de cuidado dentro o fuera del hogar. En el caso de las familias no tradicionales se observa mayor frecuencia de padres no casados por vínculos religiosos o civiles, padres distantes, niños creciendo en lugares comunitarios, padres homosexuales y el encargo del cuidado temporalmente a otros familiares o amigos.La relación de las familias es hoy más simétrica que en el pasado, lo cual ha generado nuevas expectativas y necesidades familiares y sociales que conllevan una exigencia educativa, laboral y de consumo que obliga a producir más, sin que coincidan en una gran proporción las diferentes expectativas de la madre, el padre y los hijos, generando una crisis en el modelo actual. Lo explicado plantea que la dependencia económica del esposo cazador ya no es una opción a largo plazo para una madre con expectativas, aislada en la crianza de los hijos que se marchan pronto por las exigencias sociales y educativas para hacer de ellos unas personas supuestamente más competentes.Como unidad productiva, la familia ha sufrido cambios, lo cual le confiere un carácter mutante. La necesidad de adquirir diferentes bienes, la creciente actividad de los hijos fuera del hogar y el mejor nivel educativo y social de la mujer volvieron la familia una unidad más privada y más democrática.En ella persisten unas relaciones basadas en el amor y la autoridad., rescatando algunos de los elementos de la familia de la Edad Media, en la cual la familia constituía una refugio de afecto, religión y de relaciones sentimentales, de tal modo que el padre tenía función de autoridad moral respetada por la sociedad de quien se había alejado hacía poco, en la transición de la familia. Posteriormente se acentuó la asimetría sexual en la denominada familia burguesa. Finalmente, la madre ganó terreno con el surgimiento del amor materno considerado un instinto en el manejo de los hijos. Sin embargo, las labores continuaban en el interior de la casa como unidad productiva.Con el advenimiento de la industrialización se vino a consolidar la familia en la que algunos de los miembros tenían que vender su fuerza de trabajo. Finalmente, la familia se ha unido en torno al consumo, es decir, antes la familia trabajaba para producir, hoy trabaja para pagar lo consumido.Es necesario resaltar la transición progresiva de una familia influida por la aldea, posteriormente limitada a la familia extensa. Con el advenimiento de la era industrial se transforma en nuclear, para finalmente, en la era moderna, atomizarse por medio de divisiones impuestas por la arquitectura doméstica, es decir, la familia se ha venido privatizando e interiorizando, disminuyendo las posibilidades de intercambio con sus redes sociales. Un aspecto muy importante y de gran impacto en el desempeño de las familias es la distancia, ausencia y abandono del hogar por parte del hombre, situación esta que se ha venido incrementando en forma preocupante.Ante los cambios descritos, la familia nuclear ve recargado el trabajo sobre la madre, la cual ha tenido que profesionalizarse y acceder a la fuerza laboral, mientras el padre, cuando permanece en la familia, ha aumentado su jornada laboral.De allí la necesidad de complementar la familia con una mayor instrumentalización por parte del padre y de manejo de la expresión familiar por parte de la madre, para poder ser complementarios y evitar en cierta medida la competencia profesional tan común en las familias actuales. Igualmente, la familia en Colombia ha experimentado los cambios inherentes al postmodernismo, en el que se resalta el culto a la figura humana, se rompen los compromisos, se piensa en disfrutar más la vida trabajando menos, adquiriendo gran importancia la recreación, lo que a su vez ha despertado la conciencia ecológica.Además, se han mejorado las comunicaciones, se han reiniciado los procesos conducentes al rescate de los derechos individuales, principalmente del papel de la mujer en la sociedad y se ha puesto a disposición de la humanidad más información en menor tiempo, globalizando el planeta, lo cual hoy obliga a hablar del planeta como una aldea.Pero, por otra parte, la comunicación interpersonal ha disminuido, los niños se han instrumentalizado y tecnificado, es decir, lo vital le ha dado paso a lo importante, generando una situación de aislamiento peligroso.De la interacción de los elementos ontológicos y sociales de la familia dentro del contexto variante surgen los cuatro grupos de derechos de los niños que comprenden la Convención de Derechos del Niño: de supervivencia (alimento y cuidado); de desarrollo en cuanto es miembro de un grupo (educación, recreación y salud); de protección (normas, contratos y prohibiciones), que regulan las relaciones y definen los roles y de participación, en la medida que el niño adquiere autonomía y responsabilidad de sus actos.En cuanto individuo, su integridad se verá favorecida o afectada de acuerdo con las capacidades, destrezas y habilidades que desarrolle en sus dimensiones biológica, afectiva, intelectual, social, ética, filosófica, estética, espiritual y religiosa, para desenvolverse en un medio social y ambiental definido, en un momento dado, en forma autónoma y responsable que le permita la construcción de un proyecto de vida y un proyecto social.En los proyectos de vida y social intervendrá en mayor o menor grado la familia conforme la postura que asuma ante el niño, la sociedad y la estructura que conforme como centro de cuidado y socialización primaria.La posibilidad de comunicarse y transmitir en forma adecuada los pensamientos y sentimientos entre los miembros de una familia en conflicto y el reconocimiento del otro y de la diversidad de posiciones entre los miembros de una familia, comunidad o sociedad permitirán la aparición de condiciones de diálogo y aceptación del otro, desarrollando la tolerancia como elemento de distensión y de convivencia pacífica. De lo contrario ocurrirán conflictos, que en gran medida se resuelven por la imposición, desconocimiento y acción violenta sobre el otro.Es necesario anotar que la violencia en Colombia corresponde a una forma de relación que se ha legitimado, lo cual hace que las denuncias y las posibilidades de intervención y conciencia de la situación se vean limitadas.

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